Con esto de la macrofotografía, empezaba a hacer bastante tiempo que no cogía mi cámara y me iba al vertedero de Alcalá - ¿puede haber sitio con más glamour? - cargado con mi 70-300mm para fotografiar "pipis". Éste sábado por fin me decidí a hacerlo, comprobando lo terriblemente desentrenado que estoy en esta práctica.
En mi defensa diré que, aunque la excursión comenzó con un claro interés fotográfico, al final resultó ser más bien una actividad de senderismo, que terminó tornándose en un desesperado intento por encontrar el camino de vuelta a casa cuando me di cuenta de que el tiempo se me estaba echando encima. En definitiva, que tampoco estuve muy centrado en lo que es la fotografía de aves.
Pese a ello, cacé a la siguiente garza real (Ardea cinerea).
Ésta es una de las aves más bellas que se pueden encontrar en el vertedero de Alcalá, volando junto con los majestuosos milanos, las icónicas cigüeñas, las también muy bonitas garcillas bueyeras, las grajillas y, en invierno, las gaviotas.
De estas últimas os voy a hablar ahora. La gaviota sombría (Larus fuscus), como diría el famoso anuncio: "vuelve, a casa vuelve, por navidad".
Y es que el vertedero se infesta de estos animalillos llegado el frío. Siempre me ha llamado la atención la gran cantidad de aves que atrae este "perfumado" lugar, y su hipnótico vuelo sincronizado. Hoy os lo traigo en vídeo, para que podáis apreciarlo mejor.
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